Leer el libro "Viajeros en el Tercer Reich" de Julia Boyd, me ha empujado a pensar sobre la percepción que nos llevamos los turistas de los países que visitamos.
El libro recoge los testimonios que muchas personas que viajaron por Alemania durante el auge del nazismo y hasta el fin de la II Guerra Mundial. En él aparecen personas de toda condición, que tuvieron un paso fugaz o que permanecieron durante largas temporadas e incluso años en el país, también hay testimonios de personas de diferentes ideologías.
Mercado de Luxor en Egipto |
Me ha parecido interesante porque viendo las reacciones de otros viajeros adquiero una perspectiva diferente que me hace buscar las similitudes con mi propio comportamiento, sin duda, es muy fácil criticar las opiniones de algunos viajeros con la ventaja que da el paso del tiempo, habiendo visto lo que ha ocurrido y contando con una información de la que la mayoría de estos viajeros no disponían. A toro pasado, que decimos.
Ellos no sabían que iba a haber una Gran Guerra, la mayoría no sospechaban los terribles crímenes que se estaban cometiendo contra los judíos y otros colectivos y se veían en medio de diferentes olas propagandísticas con intereses contrapuestos, sin saber quien estaba diciendo la verdad, quizás ninguno.
¿A quien creer? Si estos señores me están tratando tan bien y son tan simpáticos, todos sabemos que los medios de comunicación viven de hacer noticia de cualquier cosa por irrelevante que sea. Te suenan estas frases ¿verdad?
Según Amnistía Internacional, en 2018, en Myanmar se están violando los derechos básicos de los refugiados rohingyas, en Estados Unidos se prohíbe la entrada a todos los ciudadanos de algunos países musulmanes aunque no hayan hecho nada, solo por su nacionalidad, en Turquía hay represalias totalmente arbitrarias por el fallido golpe de estado, en China hay una campaña de represión contra personas y organizaciones críticas con el gobierno, en Rusia se encarcela injustificadamente a manifestantes pacíficos y periodistas y en Egipto se condena a prisión a periodistas y opositores políticos.
Son algunos de los ejemplos que se mencionan en la introducción del informe de Amnistía Internacional en 2018, yo he estado en casi todos estos países, tú probablemente también has estado en todos o muchos de ellos, son destinos que tienen un gran atractivo turístico.
Nos enfrentamos a situaciones controvertidas en nuestro día a día, cuando, por ejemplo, la interpretación de un mismo hecho político difiere tanto dependiendo del medio que nos lo cuente. La actitud mayoritaria es creer a quien te conviene o por quien sientes más simpatía, del mismo modo es frecuente que el turista, ante ciertas situaciones que se encuentra en sus viajes, se limita a buscar ejemplos que refuercen sus ideas preconcebidas y es raro que su opinión sobre un tema cambie radicalmente de la que tenía antes de haber pisado el país.
Resulta paradójico porque se supone que viajamos para conocer un país, no para confirmar nuestros prejuicios y estereotipos, parece que Mark Twain estaba equivocado cuando decía que viajar es fatal para los prejuicios.
Los turistas viajamos en ocasiones para descansar de nuestra rutina, para ver cosas bonitas, para divertirnos, en definitiva para pasar un buen rato, por eso cuando en un destino nos encontramos con situaciones incómodas, aspectos desagradables de un país que nos apartan de la imagen idílica que estamos buscando, a menudo reaccionamos como el avestruz, metiendo la cabeza bajo tierra para no ver esas injusticias que nos cortan el buen rollo.
Muchas veces restamos importancia a estas situaciones, otras veces nos distanciamos de ellas porque al fin y al cabo son temas internos de cada país y quien soy yo para meterme en eso que me resulta tan incómodo.
Me resulta curiosa la interpretación que cada uno de nosotros damos a lo que sucede durante nuestros viajes. ¿Qué habrías pensado de Alemania si la hubieras visitado en 1936? Difícil respuesta, al menos para mí.
"¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio" Albert Einstein
Totalmente de acuerdo y creo incluso que por culpa de los pequeños ecosistemas creados en ciertos destinos, no se llega siquiera a conocer la realidad del lugar visitado y, lejos de eliminar los prejuicios, se pueden incluso crear nuevos.
ResponderEliminarUn saludo, feliz semana.
Sí, eso es otra, me hace gracia la gente que dice que conoce México, un país enorme, porque ha estado en la Riviera Maya, saludos viajeros y feliz fin de semana para tí también.
EliminarDurante muchos años he tenido la suerte de trabajar en Cooperación para el desarrollo y he viajado fuera de la burbuja de turista. Mas tarde mi trabajo también me llevó a viajar por el mundo, así que he podido saber como viven en muchos países y te aseguro que en todos sin excepción las cosas no son como las pintan. Aún así vivimos en un planeta hermoso que merece la pena conocer,...
ResponderEliminarUn abrazo!
Sí, en todos los sitios cuecen habas, mi intención en este artículo es reflexionar sobre cómo reaccionamos en nuestros viajes ante determinadas situaciones que nos pueden crear conflictos. Muchas gracias por tu mensaje crítico pero optimista, saludos viajeros.
EliminarEn línea de lo que indicas pienso que el turista tiende a distanciarse de las problemáticas de los países que visita. Dado que un porcentaje elevadísimo viaja por ocio, se suele poner en modo vacaciones,... así que suele ir de tópico en tópico.
EliminarU abrazo!
Eso me parece a mí también, muchas gracias por tus aportaciones, saludos viajeros.
EliminarPues Raúl, a mí me parece también una pregunta de difícil respuesta. No obstante, también es cierto que son los propios países los que restringen al turismo el acceso a determinadas áreas y lo alejan de muchos de sus conflictos ¿internos? No obstante, creo que como "turista", exclusivamente como "turista" -que no como persona-, es difícil hacer algo in situ. Otra cosa es utilizar, por ejemplo, nuestras páginas para hacer conscientes a otros, e incluso a nosotros mismos, de la problemática de otros lugares y de otras personas.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con la reflexión que haces en uno de tus comentarios de que en todos sitios cuecen habas, pero es difícil reaccionar como viajero a este tipo de conflictos, entre otras cosas, porque si abanderas el derecho de los periodistas a la libertad de expresión en Egipto, lo más probable es que acabes en la cárcel, o vete tu a saber qué podría pasarte si reclamas los derechos del colectivo LGTBI en Arabia Saudí.
Un saludo!!!
Muchas gracias por tu comentario, como dices, posiblemente no podemos hacer nada ... añado, salvo ser conscientes de lo que vemos, creo que a veces no lo somos, eso me preocupa. Quizás deberíamos ser más críticos en nuestras páginas, como bien apuntas, aunque no tengan casi repercusión poner nuestro granito de arena. Como siempre un placer leer tu comentario, saludos viajeros.
EliminarMuy cierto que una noticia cambia según el medio y es difícil a veces saber donde está la verdad. Pero así es el mundo y de creer lo que cuentan a ver la realidad va un abismo. Hay paises que no les interesa que se vean sus miserias por llamarlo así.
ResponderEliminarBuen martes. Cuídate.
Un abrazo
Hola Laura, ha habido tanta manipulación que tomamos casi cualquier noticia con escepticismo. Como dices hay muchos países a los que no les interesa mostrar sus miserias pero también hay turistas que no quieren ver las miserias de los países a los que van (no me refiero a "ver" desde un punto de vista físico sino intelectual), muchas gracias por comentar, saludos viajeros.
EliminarInteresante cuestión Raúl. Es cierto que a veces los países y otros los propios turistas también no quieren ni dejar ver ni ver. Demasiados tópicos y demasiado egoísmo. No hace falta irse de turismo para no querer ver lo que pasa detrás, por desgracia esto también lo tenemos cerca.
ResponderEliminarVivo en una ciudad muy turística (antes del covid19) y a veces he tenido la sensación de que había zonas de la ciudad que eran como parques temáticos para los turistas, a los que los de la ciudad apenas nos acercábamos y esos turistas se iban sin conocer realmente la vida de la ciudad pero seguramente tampoco (a muchos) les interesaba porque hay veces en que uno también busca desconectar y eso también es lícito.
Muchas gracias por tu visita a mi blog.
Un saludo
Hola Conxita, lo primero te agradezco que hayas pasado por aquí, me parece muy interesante tu comentario, tienes razón en que es lícito querer desconectar pero en el artículo pretendía referirme a turistas que supuestamente quieren conocer la realidad del destino y aun entendiendo que hay muchas "realidades" en cada destino, se tiende a elegir la realidad que nos interesa o que se asemeja más a los estereotipos que tenemos del destino. Muchas gracias. Saludos viajeros.
EliminarMuchas gracias por tu comentario, me alegra que te haya gustado, buena elección salirse de los caminos preestablecidos, se descubren cosas no preestablecidas, saludos viajeros.
ResponderEliminarMuy interesante la pregunta que planteas! Mucha gente cuando viaja pisa de puntillas ( o ni eso) la realidad del pais que visita. Para conocer realmemte la esencia del lugar tienes que mezclarte con sus gentes, abrir la mente a una realidad que quiza no es la que tu creias, querer conocer el destino mas alla de los atractivos turisticos... Por lo tanto, muchos turistas vuelven con los mismos prejuicios con los que se fueron, e incluso, puede que con algunos mas. Muchas veces no se viaja para conocer el pais en su esencia, se viaja para desconectar, disfrutar y para ver " lo bonito" del destino. Un saludo!
ResponderEliminarMuchas gracias por pasarte por aquí y comentar, estoy muy de acuerdo con tus palabras, el estudio hecho por la autora del libro refleja que la mayoría de personas que viajaron por la Alemania nazi se limitaron a reforzar sus prejuicios y a pesar de lo que hoy vemos como "evidentes señales" no cambiaron su opinión. Tienes razón que mucho gente busca disfrutar y pasar un buen rato y evita, consciente o inconscientemente, situaciones "incómodas", saludos viajeros.
EliminarBuff muy complicado, realmente cuando uno viaja de vacaciones no busca problemas sino desconectar y disfrutar, no es que se pase de puntillas, es que uno solo está en los sitios de forma temporal. Sin embargo dependiendo del destino elegido sabes que no vas a encontrarte situaciones fáciles, así que aceptas tácitamente que puedes encontrarte con cosas que a lo mejor no te apetecen ver o sí.... Un viajero o un turista poco puede cambiar, pero contará lo que le haya pasado a él, es decir una visión subjetiva que a lo mejor a otra persona que ha estado en la misma ciudad pero en otro barrio pudiera decir... pero este que cuenta. Los relatos son subjetivos siempre y la valoración de lo que uno ve igual, siempre es distinta. Si los dos nos vamos a hacer la foto al mismo árbol seguro que hacemos dos fotos diferentes, pero es el mismo árbol. Un abrazo Raúl:)
ResponderEliminarMuchas gracias por pasarte por aquí y comentar Bea. La verdad que es un tema complejo, como bien dices todo es muy subjetivo y depende del objetivo que tenga el turista puede mirar las mismas cosas con ojos diferentes, cada uno somos un mundo, saludos viajeros.
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